AMAZONAS: “TIERRA CON SABOR A DOCENCIA”

Por: NILTON ROGER MAS ROJAS 
Educador 

Uno de los mensajes que nos dejó el PAPA Francisco fue pronunciado en Trujillo: “Estas tierras tienen sabor a Evangelio”. Y quienes sabemos su significado, gozamos tanto que, en mi caso, la he parafraseado para el título de este artículo: “AMAZONAS: Tierra con sabor a docencia”

Como sabemos, el profesor no sólo basa su docencia en libros, enciclopedias o internet, sino que contextualiza los conocimientos curriculares a su realidad. El docente agudiza sus sentidos para buscar, en su entorno, aquello que tenga «sabor a docencia». Pero, ¿qué posee Amazonas para ostentar tal denominación? 

Veamos. Amazonas fue creada el 21 de noviembre de 1832, está dividido políticamente en siete provincias, cuenta con casi medio millón de habitantes y 39 249.1km2 de extensión, de los cuales el 64% es zona rural; es privilegiada con tres tipos de clima: cálido en Bagua, Utcubamba, Condorcanqui y Balsas; frío en Chachapoyas, Luya, Pomacochas y La Jalca; y templado, en Ocallí, Pedro Ruiz y Rodríguez de Mendoza. 

¿Cómo no tener «sabor a docencia» con el legado de Toribio Rodríguez de Mendoza, Braulio de Camporredondo, Blas Valera, Matiaza Rimachi, Mesones Muro, Emigdio Lopez, Pedro Ruiz Gallo, Pablo Visalot y otros más? ¿Cómo no, si tenemos una vasta riqueza turística en cada provincia? Ahí está Condorcanqui con el Tuntumait, el pongo de Manseriche y Santiago Comaina. Bagua con el pongo de Rentema, la comunidad nativa de Tutumberos, laguna “El Porvenir”, valle de Huarango Pampa, y las cataratas Nunparket y “El Tigre”. Ahí está Utcubamba con su corredor turístico recorriendo las zonas cafetaleras y arroceras, la cordillera Colán, pinturas rupestres de Yamón, cavernas de “Buenos Aires” y “El Aliso”, laguna de Burlán, cerro “La Torita”, cataratas: Lejía y San Antonio, aguas termales de “Nina Yacu” y la cascada “Toboganes pétreos de Santa Cruz”. Bongará nos ofrece los sarcófagos del cerro “El tigre”, aguas azufradas de Chaquil, lagunas: “De Pomacochas” y “De las dos Auroras”, cataratas de Gocta, Santa María, Yumbilla, Chinata, Andariyacu y Corontochaca. Chachapoyas, en cambio, «sabe a docencia» por la laguna de los Cóndores, museo de Leymebamba, plazuelas de la “Independencia” y “Santa Ana”, Iglesias de Belén, Señor de Burgos, Buena Muerte y el santuario de la Virgen de Chuquichaca, Catedral de Chachapoyas, “Laguna de los 80”, pozo de Yanayacu, miradores de Huancas y de la “mama Nate”, pampas de Higos Urco, minas de sal en Yurucmarca, petroglifos de La Pitaya; y sitios arqueológicos de Yálape, Navar y Macro. La provincia de Luya es otra enciclopedia natural. Ahí está la Fortaleza de Kuelap, el valle de Huaylla Belén, Kajta, caverna de Quiocta, mausoleos de Revash, sarcófagos de Karajía, ciudad de los muertos, Wanglic, mirador de Lamud Urco, peña “El Tuente”, sarcófagos de Sholón, catarata de Tincas y laguna de Chilmal. Rodríguez de Mendoza, nos ofrece el valle de Huamanpata, la laguna de Totora, aguas termales en Tocuya y Michina, catarata “La sirena”, fábrica artesanal de tejas y ladrillos, cerro “El Torito” y las cavernas de Mito, Longar y Leo. 

Otro de los recursos con «sabor a docencia» que ofrece Amazonas son sus parques, iglesias y su religiosidad popular: “Virgen Asunta” en Chisquilla y Chachapoyas, “Señor de Gualamita” en Lamud, “San Juan Bautista” en Jumbilla, Luya, Bagua y Corosha, “San Nicolás” en Rodríguez de Mendoza, “Corpus Cristi” en Molinopampa, “San Isidro” en Beirut y El Mayno, “San Francisco” en Daguas y Asunción Goncha, “Santa Rosa” en Recta, “San Lucas” en Pomacochas, “Santiago Apóstol” en Bagua Grande; y la “Virgen del Carmen” en Leymebamba. 

Hay «sabor a docencia», incluso en la hidrografía. Amazonas cuenta con 07 cuencas: La de los ríos Santiago, Cenepa, Nieva, Marañón, Imaza, Utcubamba y Huayabamba, agrupados en 02 grandes colectores: El Marañón y el Huallaga. Amazonas es zona privilegiada por sus recursos ecológicos, aquí conviven el mono choro de cola amarilla, el colibrí cola de espátula, el oso de anteojos, cientos de especies orquidáceas y el emblemático Árbol de la Quina o cascarilla que aparece en el Escudo Nacional. 

Otro recurso usado por los docentes es la economía amazonense basado en su agricultura, producción maderera, ganadera y manufacturera. Y claro, el toque distintivo con «sabor a docencia», lo encontramos en su folklore: cuentos, mitos, leyendas y danzas como la chumaychada, el brazo, carnaval chachapoyano, la cutipa y la umisha se observan anualmente en el Raymi Llaqta de los Chachapoya. Ni qué decir de las bebidas y riquezas culinarias: patarashca y masato en Condorcanqui, puchero y guarapo en Bongará, locro y chicha en Luya, tacacho y aguardiente en Mendoza, juanes y licor de mora en Chachapoyas, caldo de gallina y cañazo en Bagua; y cuy con papas y mistela en Utcubamba. 

Pero el recurso por excelencia, es su propia gente, que con su sabiduría y peculiar modo de vivir, vestir, pensar, comer y hablar en cada provincia, le dan un toque especial a este «sabor a docencia». Si bien Amazonas no posee centros mineros de envergadura, la mina más grande son sus pobladores. No en vano, el periódico bisemanal “Mercurio Peruano” escribía en marzo de 1973, “Los conquistadores se cansaron de realizar trabajos en el planeta Marte, y escogieron suelo amazonense para pasar tranquilos los días restantes de su vida”.

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