LA HISTORIA DE LOS VILLANCICOS

La historia se remonta al siglo XIII donde se origina el término “villancico”, que surge para denominar las canciones comunales entonadas por los villanos (aldeanos de las villas de la Europa medieval) y cuyos temas eran costumbristas y alegres pero no necesariamente religiosos.
Si bien es cierto la palabra villancico sirve en la actualidad para denominar a todas aquellas melodías alusivas a la Navidad, ya sea desde el punto de vista estrictamente religioso (como el nacimiento de Jesús, los reyes magos, etc.), para referirse a ciertos símbolos relacionados a la Navidad (el árbol, el trineo de papá Noel, los regalos) o desde la reflexión (la felicidad de la época, la unión, el amor, etc.) su origen no está necesariamente ligado a esta celebración cristiana.
En España, antes de llamarse villancicos se les conocía como villancetes o villancejos. Es en países como Austria, Francia y Alemania que se comienzan a asociar las canciones de las villas a los temas religiosos y así fue como, poco a poco, el villancico se fue convirtiendo en la música navideña.
En inglés, el término equivalente es carol, un galicismo proveniente de caroler, que en español se traduce como al acto de bailar en grupos organizados en círculos, como las rondas de los niños. Los carols, ciertamente son más contemporáneos que los villancicos clásicos, tienen la particularidad de enfocar sus temas hacia aspectos más lúdicos y fantasiosos, claro ejemplo es la famosa canción Rudolph the red nose reindeer (Rodolfo el reno de la nariz roja), popular composición basada en un cuento de Robert L. May escrito en 1939 y compuesta por Johnny Marks, cuñado de May. La historia se basa, además del mensaje navideño, en Rudolph, el reno más pequeño del trineo de Santa Claus, quien tiene una nariz roja con un intenso brillo. Los demás renos se burlan de él pero Santa Claus lo reivindica poniéndolo al frente del trineo, para que lo guíe con su extraño talento en la oscura noche de Navidad.
Uno de los villancicos más populares y antiguos es Noche de Paz, cuyo título original es Stille nacht, heilige nacht y data de comienzos del siglo XIX. La letra fue compuesta en 1818 por Joseph Mohr, párroco de un pequeño pueblo de Austria y la melodía, por Franz Gruber, profesor de música de la villa.
Otro tema clásico del cancionero navideño es Joy to the world (Alegría para el mundo), basado en una de las partes del famoso oratorio El Mesías de George Friedrich Haendel.
Algunos de ellos se han convertido en verdaderos clásicos de la música a nivel mundial y ya se encuentran internalizados en los corazones de la gente para toda reunión navideña.

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