EL MAESTRO Y LAS REDES SOCIALES


Por: NILTON ROGER MAS ROJAS
Educador

El uso de las redes sociales es una realidad en auge, de la cual no escapamos los docentes, menos aún, los estudiantes.

Hoy por hoy, el ser humano cuenta con un celular, sencillo o de última generación, con conectividad a internet. Es decir, tanto discentes como docentes tenemos un fácil acceso a las redes sociales desde un teléfono llamado “inteligente”.

En este contexto, hay estudiantes, varones y mujeres, que envían a sus profesores solicitudes de amistad en las redes sociales, o bien, se convierten en sus seguidores o seguidoras.

Ahora bien, ¿qué tan ético es aceptar o rechazar tales invitaciones?

Si los estudiantes son menores de edad, lo más recomendable es que el profesor evite las amistades en los entornos virtuales. Eso no significa que no se pueda hacer; pero si se hace, los padres de familia deben saberlo y autorizarlo. Y una vez hecho, no deben perder de vista las actividades de sus hijos, haciéndoles un seguimiento periódicamente. Si los estudiantes son mayores de edad, las cosas cambian. Pero aún así, el profesor debe restringir, en la medida de lo posible, el contacto virtual con sus estudiantes. De ser necesaria una comunicación virtual, esta debe reducirse al uso del correo electrónico, que es uno de los medios más serios para consultas o actividades académicas. O bien, el docente debe crear y usar con sus estudiantes un blog educativo, quizá personal, mejor aún institucional. En este aspecto, y siempre con el conocimiento y consentimiento de los padres o tutores, también se pueden formar grupos de estudios virtuales en la plataforma de facebook o grupos académicos, y sólo académicos, en WhatsApp. En este caso, es sugerente que los integrantes del grupo no solo sean el docente y sus estudiantes, sino también deben integrar, como invitados especiales, algún directivo o quizá un padre de familia. El twitter, por el momento, no nos preocupa, por cuanto todavía no es de preferencia de los adolescentes. Lo que sí debemos evitar, al menos por ahora, es la comunicación virtual a través del Instagram, pues esta red fue creada, pensando más en el exhibicionismo de los personajes, que con fines de intercambio educativo de sus miembros.
En conclusión, estamos en un tiempo en el que las redes sociales también se convierten en un aliado más para la educación, como lo son la radio, la televisión, el periódico o la misma internet. Los profesores, no podemos ser ajenos a ello, pero debemos tener presente que, a pesar de los beneficios que ofrezcan las redes sociales, no hay nada mejor que el contacto “face to face”. Y si, por razones académicos, se hace imprescindible el uso de las redes sociales, esta debe hacerse desde un sentido ético y profesional del docente.

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