Mensajes en botella echadas a la mar



¿Alguna vez le han contado la historia detrás de ciertos mensajes escritos echadas a la mar dentro de una botella...?

Pues, estos mensajes que durante décadas, recorren el mundo en una frágil botella de vidrio, empujados por las caprichosas e impredecibles corrientes marinas, parece nuevamente cobrar importante.

Los mensajes en botella han sido materia de un sinnúmero de relatos, algunos románticos y otros de naufragios. Desde secretos de amor hasta pedidos de auxilio, las botellas navegantes son todo un enigma aun en estos tiempos. Recientemente, un pescador escocés llamado Andrew Leaper encontró, en las islas Shetland, un mensaje en una botella lanzada al mar hace 98 años, en 1914. Hasta el momento es la botella más antigua encontrada, según el Libro de Record Guinness.

Desde la antigüedad se utilizaron botellas selladas para conocere el comportamiwento de las corrientes marinas. En el año 310 a.C., el filósofo griego Teofrasto echó al mar botellas para demostrar que el Mar Mediterráneo estaba formado por corrientes del Océano Atlántico. A fines del siglo XVIII, Chunosuke Matsuyama, un busca tesoros japonés, naufragó en una isla del Pacífico Sur. Talló un mensaje en un pedazo de madera y lo lanzó a la deriva. Fue hallado en 1935 en la villa japonesa donde nació Matsuyama. Actualmente, las botellas a la deriva siguen siendo utilizadas por los oceanógrafos que estudian las corrientes globales.

La próxima vez que vaya al mar, llévese escrito algún mensaje y colóquelo dentro de una botella de vidrio, tápela bien y envíeselo a las profundidades. Tal vez alguien en algún lugar, en otros tiempos y en otras circunstancias se interese por el contenido.

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