¡¡¡SILENCIO POR FAVOR!!!...¡HA MUERTO UN HOMBRE!

Por. Nilton Roger Mas Rojas

Florencio Mas Castro, mi padre, acaba de fallecer. Dios, en su infinita bondad, le ha concedido 67 años de licencia para vivir junto a los suyos.

Le conocían muchos y a muchos él conocía. Nació en Teata, distrito de Recta, provincia de Bongará, Dpto.. de Amazonas.

Fue la voz oficial de Chachapoyas que levantaba a todo Amazonas anunciando las noticias más relevantes del día a través de diversos medios de comunicación.

Fue el trovador incógnito de aquellas tardes cansinas que compartía, guitarra en mano, con sus amigos y colegas.

Fue el embajador involuntario de la sabiduría popular que todo campesino lo adquiere entre sus verdes campos, el correr de los ríos y el brillar de las estrellas.

Inquieto estudiante de aquella escuelita y del entonces Colegio Industrial Mixto “Pablo Visalot” de Jumbilla.

Hombre de sabias respuestas, aún en los avatares de alguna vieja cantina. Siempre dispuesto a sacar una chispa de alegría a aquel caminante melancólico que se le cruzaba en la vida.

Padre de 7 hijos: Fanny, Nilton, Wagner, Sonia, Willian, Cesar y Alondra, el segundo de los cuales soy yo. Mi abrazo fraterno a todos los familiares y amigos con quienes compartió diversos momentos.

Florencio Mas Castro ha muerto y pido silencio por favor: Silencio para aquel maestro, periodista, músico y trovador. Silencio para el poeta revelado y el matemático oculto. Silencio para aquel padre que nunca dejó de ser hijo. Silencio para aquel hombre que vivió abnegado a su trabajo, incluso en sus últimos días. Silencio para aquel que luchó toda su vida por vencer las contrariedades; pero que no pudo con la única enfermedad -el cáncer-, que se encargó de arrebatárnoslo.

Florencio Mas Castro ahora calla. Está en silencio. Parece seguir gestando alguna idea original, una de aquellas tantas que lo mantenía entretenido. Llegó a ser de todo pero culminó siendo nada. Ese es el destino de los seres humanos: Somos todo, pero nada a la vez.

Florencio Mas Castro ha muerto. No pido condolencias, pido oración…

Las flores se marchitan, la oración permanece.

Las lágrimas se secan, la oración reverdece.

Las velas se apagan, la oración ilumina.

Florencio Mas Castro ha muerto con la plena convicción que existe una nueva vida, que existe un paraíso al que todos anhelamos llegar. Le ha pedido a Dios que se lo lleve junto a María y Antonino, sus padres. Y Dios cumplió su voluntad.

13 de setiembre del 2014, a la 1 y 20 de la madrugada Florencio Mas Castro dejó de existir... Después de todo, tenía derecho a ser feliz.