LA INCREIBLE HISTORIA DE JAIME: EL BEBÉ QUE NACIÓ SIN VIDA

(Aunque todos la pierdan, tú nunca pierdas la fe en Dios)

Kate, una joven australiana, se dio cuenta de que estaba por dar a luz antes de tiempo. Recién estaba por completar los 8 meses de embarazo lo cual implica peligro de vida para el bebé en caso de nacer en forma prematura. Ella y David, su marido, fueron de inmediato al hospital y al cabo de tres horas sucedió. Pero no fue sólo un bebé, sino dos. Pero en lugar de alegrarse, los padres sintieron una enorme tristeza: los bebés habían nacido prematuros y uno de ellos, el varón, a quién tenían pensado llamar Jaime, nació muerto.

Los médicos hicieron todo lo posible por salvarlo, pero fue en vano. Colocaron al bebé sobre el vientre de su madre, como se ve en la foto, y su padre, David los abrazó y le habló al bebé: “Tu te llamas Jaime. Tienes una hermana y dos padres que te aman. ¡Tienes que vivir, sí o sí tienes que vivir!”. Una de las enfermeras se acercó a David y le pidió que se calmara: “Entiendo su angustia, le dijo, pero ya no hay nada que hacer”. No obstante, el padre continuó: “¡Dios mío, esperamos tanto tiempo a este bebé. No dejes que ahora nos abandone! ¡Por favor te lo pido, Padre misericordioso!”.

Para su sorpresa - de pronto oyeron el llanto de un bebé. Jaime, el bebé prematuro, ¡resucitó y empezó a llorar! Y no estaba solo. Sus padres junto a las enfermeras también prorrumpieron en llanto, pero esta vez, con lágrimas de emoción. Jaime está con vida y está sano. ¡Qué felicidad!

Éste es el inmenso poder de una sincera plegaria al Creador, tal como dijo el Rey David en el  Salmo 145,18 "El Señor está cerca de los que lo invocan con sinceridad”