EL EXTRAÑO PEDIDO DE UN MORIBUNDO
1) Que su
ataúd fuese cargado por los mejores médicos de la época.
2) Que los
tesoros que tenía, fueran esparcidos por el camino hasta su tumba.
3) Que sus
manos quedaran en el aire fuera del ataúd a la vista de todos.
Alguien asombrado le preguntó cuáles
eran sus razones.
Él explicó:
1) Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd, para
demostrar que ellos NO tienen el poder de curar ante la muerte.
2) Quiero que el suelo
sea cubierto por mis tesoros, para que todos puedan ver que los bienes
materiales conquistados, aquí se quedan.
3) Quiero que mis
manos queden descubiertas fuera del ataúd, para que las personas puedan ver que
vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos. Al morir nada
material te llevas...
Preocupémonos por acumular
riquezas allá arriba en el cielo viviendo como verdaderos hijos de Dios en la
tierra. No sea que Dios nos reprenda como en Lc 12, 20 – 21 diciendo: “Necio,
esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será?
Pues así le pasará al hombre que amontona riquezas para sí mismo, pero es pobre
delante de Dios.” Sé generoso mientras tengas algo que compartir
y cuando no lo tengas sé aún más generoso.
DTB
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